Delirios

Caminábamos sin rumbo por una ciudad a oscuras. A paso lento por veredas angostas, nada nos apuraba. La ciudad se veía vacía y muy pocas luces nos alumbraban. Las calles eran ríos donde la noche se reflejaba. Así debe ser Venecia, pensé.

No me acuerdo la conversación completa pero sin dudas fue la mas extraña de mi vida.

Nos paramos un momento al lado de la puerta de una casa. A través de las ventanas se veían las luces prendidas, tal vez era su casa.

De mi compañero de caminata no se mucho la verdad. Estaba apoyado en la pared con las manos en los bolsillos, mientras miraba el cielo con indiferencia.

-Esto es un sueño- le dije- un sueño hecho por mi, nada es real ni siquiera vos.

– Pero si estamos acá hablando, ¿como puede ser que yo no exista?

– Mira, hagamos una prueba, contame algún recuerdo de tu infancia y vas a ver que no te acordás nada porque te acabo de inventar. No,mejor no, podría haber soñado tu infancia también.

– Entonces significa que en algún momento te vas a despertar  ¿qué me va a pasar a mi cuando eso pase? ¿me voy a morir?

– No se

Nos quedamos en silencio sin saber que decir. La noche estaba fresca y silenciosa. El tiempo no pasaba.

– No me quiero morir- me dice en un susurro.

– Te prometo que voy a buscarte en mis sueños, si te encuentro significa que sos real.

Me desperté de golpe y tardé un rato en entender donde estaba. No volví a dormirme esa noche, me quedé despierta mirando la ventana abierta mientras pensaba como cumplir mi promesa.